El Licenciado Carlos Dana habló sobre la problemática habitacional permanente que existe en la comarca. “Yo no sé si el Código de Planeamiento Urbano se va actualizando” comentó.
La situación preocupa y mucho. La nueva ley de alquileres que se debate en las cámaras tendrá un efecto colateral a la problemática que hoy atraviesa a toda la comarca, en lo que se refiere al alquiler de viviendas permanentes.
Sobre ese día a día, el cual se vuelve tortuoso y cuesta arriba para muchos de los vecinos o potenciales vecinos del sector, el Licenciado Carlos Dana se encargó de dar su mirada al respecto.
“Estamos visibilizando desde la Agrupación Ventania la principal problemática del distrito, la cual es que la familia pueda alquilar una vivienda de forma permanente. Esto tiene muchísimas ramificaciones. Encontramos sobre la emergencia habitacional, muchísimas aristas. Familias que nos dicen que tienen el terreno pero que no califican para el Procrear, entonces deben alquilar” comenzó diciendo.
“Ni hablar los inquilinos que se encuentran en situación de desventaja. Históricamente ocurre. Cuando uno lee que hay dos dictámenes en el congreso y uno de esos busca actualizar cada tres meses… eso sería una locura más allá de que es algo macro para todo el país. En los distritos chicos, se dan muchos casos de informalidad, donde los contratos no están registrados” agregó.
Al mismo tiempo, destacó que “desde la Agrupación propusimos hacer un relevamiento, y ese relevamiento nos está dando más de 200 familias en todo el distrito. La problemática tiene un eje muy fuerte en Sierra y Villa”.
En otro pasaje de la charla, y hablando sobre los operadores turísticos, Dana reflexionó: “a los 64 emprendimientos o complejos que están habilitados, más los que están en Villa, Saldungaray o ciudad cabecera, habría que darles incentivos. Ya sea desde las tasas en adelante. Para de esa forma los lugares no habilitados, se vuelquen a la legalidad y eso ayude a descomprimir un poco la situación. Pensá que en todo el distrito la cantidad de habilitados es igual a la de no habilitados: 4500”.
Retomando la difícil situación por la que se atraviesa, y la cual repercute directamente en los prestados de servicios, el Licenciado fue claro: “si nosotros tenemos que esperar que los cocineros vengan desde Cabildo a Sierra de la Ventana, estamos en problemas. Es lo que pasa en San Martin de los Andes. La gente va a trabajar desde Junín, por lo que todos los días tienen que hacer 80 kilómetros”.
Y cerrando el tema reconoció que “la gente viene, invierte. El privado invierte. Ahora, ¿Cómo nos desarrollamos para lograr una armonía? Sino vamos camino a ser San Martín de los Andes. Yo no sé si el Código de Planeamiento Urbano se va actualizando”.