Una tragedia enlutó a la comunidad cordobesa de Arroyito al saberse que en la madrugada del domingo pasado un auto VW Bora conducido por Franco Sosa (19 años) dio alcance y chocó de atrás a gran velocidad a un Fiat 147 que terminó estrellado contra el guardarrail, lo que provocó la muerte del conductor, Ricardo Oliva (33) y sus tres hijos menores de entre 8 y 12 años y heridas a las otras 3 ocupantes*. ¿Cómo se explica este hecho y las miles de tragedias que ocurren cada año en nuestro país?
¿No conocen las normas de tránsito y las máximas de velocidad? ¿O se quieren matar? Nada de eso.
El problema: Baja percepción del riesgo = riesgo elegido
Las personas se mueven en el tránsito, como en la vida, en función de lo que creen que los beneficia, y aprenden de su propia experiencia y la del entorno próximo. Saben que se están arriesgando, pero creen que el riesgo es ínfimo y que tomarlo los beneficia. Así, deciden, por ej. ir a más velocidad que la permitida, conducen habiendo bebido alcohol, no respetan los semáforos, utilizan el celular mientras conducen, no usan el casco, conducen usando el celular, no usan el cinturón de seguridad, etc. Y en la medida en que lo hacen y nada “malo” les sucede, su percepción de riesgo disminuye, creen que el riesgo es ínfimo. Y su comportamiento de riesgo se afirma.
Qué hacer: Educar, controlar y sancionar
Las campañas de concientización masiva y la educación resultan importantes para contribuir a cambiar esta baja percepción del riesgo, a partir de una comprensión del sentido de las normas y la interdependencia que tenemos unos de otros en el sistema del tránsito. Pero no son suficientes. El Estado, responsable por la seguridad de las personas, debe fiscalizar el cumplimiento de las normas de tránsito y castigar con celeridad y eficacia a los que se arriesgan poniendo en peligro su vida y la de los demás. Controlar y sancionar es desalentar esos comportamientos, cambiar la ecuación riesgo-beneficio. Si creen que tienen todo bajo control, podrán pensar en los perjuicios de ser sancionados por su conducta de riesgo. Los controles eficaces y las sanciones efectivas modifican la percepción del beneficio de infringirlas.
![]() |
En Argentina, los controles son pocos, e ineficaces y las sanciones son mínimas y tardías.Es una de las principales causas de mortalidad en el tránsito.
Lic. María Cristina Isoba – Luchemos por la Vida