La reactivación observada entre abril y diciembre del año pasado, se detuvo al comenzar este año. Y se estancó a partir de marzo, según el informe mensual del Indec
A pesar de la caída mensual, el dato interanual arrojó un crecimiento de 5 por ciento, mientras que en el acumulado del año la suba es de 6,1 por ciento. Sin embargo, desde las consultoras del mercado advirtieron que este rebote “se ve influido, en parte, por la baja base de comparación de mayo de 2024, que marcaba el inicio de la recuperación de la actividad luego de encontrar piso en abril, tras el cambio de régimen macroeconómico que implicó un fuerte reordenamiento de precios relativos y una contracción generalizada de la demanda”.
En la comparación interanual, se destacaron Intermediación financiera, con un alza de 25,8 por ciento, y Pesca, con una mejora de 12,2 por ciento. En términos de incidencia sobre el EMAE, la mayor contribución positiva la aportó el rubro de Comercio mayorista, minorista y reparaciones, que creció 10 por ciento.
En términos mensuales desestacionalizados, la dinámica fue negativa en algunos sectores clave: Construcción retrocedió 6,2 por ciento, Industria manufacturera bajó 1,1 por ciento y Comercio cayó 1 por ciento. En cambio, hubo fuertes repuntes en Pesca (+13,8 por ciento), Agricultura (+3,5 por ciento) y Hoteles y restaurantes (+1,3 por ciento), según detalló Claudio Caprarulo, economista de Analytica.
“Hay cierto estancamiento en la economía. Este dato refleja lo que están mostrando todas las otras variables: que la economía no está logrando crecer, más allá del rebote que hubo después de la fuerte caída de 2024”, indicaron las consultoras.
En proyección, las consultoras señalaron que “los indicadores adelantados de actividad sugieren una recuperación más gradual”. En ese sentido, advirtieron que “la decisión del gobierno de priorizar la desinflación en el corto plazo, en un contexto preelectoral, podría limitar el dinamismo económico”.
Entre los distintos datos adelantados vinculados con la actividad para junio, la tendencia muestra que no hay repunte generalizado. Entre los indicadores positivos, destacaron la suba en la importación de bienes de consumo (+3,1 por ciento mensual desestacionalizado), la recaudación real del IVA DGI (+8,9 por ciento), los préstamos prendarios (+2,4 por ciento) y personales (+1,5 por ciento), los patentamientos de motos (+4,2 por ciento) y de autos usados (+1,9 por ciento).
En tanto, las ventas minoristas cayeron 6,7 por ciento, la recaudación del impuesto al cheque bajó 6,3 por ciento y los préstamos con tarjeta de crédito retrocedieron 0,9 por ciento. En lo que respecta a construcción e industria, se advirtió que “los indicadores de avance no lucen concluyentes”.
“Con todo, seguimos estimando un sendero con altas y bajas, que difícilmente implique un crecimiento sostenido y pujante en los próximos meses. Proyectamos un crecimiento en torno al 5 por ciento anual para 2025, de los cuales 4,7 puntos porcentuales se explican por el arrastre estadístico que dejó la recuperación hasta mayo”, concluyeron en la city.