Tras dos allanamientos realizados durante la madrugada de hoy miércoles 7 de setiembre, se esclarecieron varios hechos que hace un mes y medio tuvieron a mal traer a los vecinos del Barrio Golf. Según las investigaciones su líder tiene un frondoso prontuario.
Zona del Barrio Golf de Sierra de la Ventana donde se dieron los delitos.
La tranquilidad y seguridad de un clásico barrio de Sierra de la Ventana se vio alterada desde hace algunas semanas por un grupo de malhechores que bajo la complicidad de la noche hicieron de las suyas.
En total ya se han computado tres robos de diferentes cuantías, aunque no se descarta que las víctimas sean más. Principalmente porque algunos (de manera errónea) no terminan radicando la denuncia.
La banda del “Hoyo en Uno” comenzó su raid delictivo el pasado 24 de julio y el último registro data de un par de noches atrás. En todos los casos aprovechan descuidos o ausencia de moradores principalmente los fines de semana. El grupo estaba liderado por un delincuente de frondoso prontuario al cual ya apodarían burlonamente “el Tiger Woods del afano”.
Por estas horas los vecinos viven entre consternación y situaciones atípicas. Los mensajes a esta redacción no paran de llegar, y en ellos se ven dos patrones comunes: la añoranza de la tranquilidad perdida, y los operativos policiales que rompieron la armonía del lugar y que recién hoy tuvo resultados positivos.
Casas, autos estacionados en la calle y obras en construcción han sido violentadas por esta banda,. Aunque la policía descarta que se haya tratado de una Banda, los hechos delictivos requirieron de varias personas, en especial para llevarse los botines que lograban.
En los allanamientos de hoy, se logró secuestrar parte de las cosas robadas, aunque no la totalidad de lo denunciado. El operativo contó con la presencia del Jefe policial de Sierra de la Ventana, Of. Principal Franco Ragni.
Por la zona se solicitó apoyo de personal del Grupo de Apoyo Departamental de Bahía Blanca; las investigaciones se llevaron adelante con imágenes de cámaras de seguridad, desde las cuales lograron identificar patentes y dominios de los vehículos involucrados; con esos datos y en busca de propietarios y direcciones se llegó a los allanamientos.
Mientras tanto los moradores del lugar intentan que el miedo no les cambie la rutina. Agudizan los sentidos, toman mayores recaudos, se anotician por grupos de WhatsApp y se ilusionan con que la policía consiga darle un punto final a esta pesadilla de delitos.
