Con 59 votos a favor, 9 en contra y 3 abstenciones, la Cámara alta insistió con la ley de coparticipación que pidieron los gobernadores. Los mandatarios más afines a la Casa Rosada le soltaron la mano al Presidente, ya que ninguno ayudó a blindar el veto.
El Gobierno observa que, por primera vez, Javier Milei comienza a convertirse en la mancha venenosa. Atrás quedaron los héroes dispuestos a inmolarse por los vetos presidenciales: gobernadores, radicales y fuerzas provinciales definieron soltarle la mano a Milei y habilitar, en solo 24 horas, que el Congreso le rechazase tres vetos a Milei. Primero fueron los vetos a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario. Y, este jueves, llegó el zarpazo final: con 59 votos a favor, 9 en contra y 3 abstenciones, el Senado rechazó el veto a la ley de reparto automático de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Una vez más, el presidente se quedó sin aliados para blindar su veto en el Congreso. El Senado logró convertir la insistencia de la ley de ATN, que apunta a fondear las cuentas públicas de las provincias, en casi un trámite. Los senadores de la oposición se movían por el Palacio sonrientes, eufóricos: todavía les duraba el buen humor del triunfo en la Cámara de Diputados y se movían por el Senado sabedores de que tenían más de dos tercios de los votos para asestarle la derrota final al Gobierno.

El bloque libertario se quedó solo defendiendo el veto
En contraposición, el oficialismo observaba el ir y venir de los senadores con resignación y mal humor. Los únicos votos en contra, en efecto, terminarían proviniendo de las filas de La Libertad Avanza y de los cordobeses del PRO, Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero. Irritados, los senadores oficialistas optaron por acusar a la oposición de ser golpista y oportunista.
“Digan la verdad, quieren destruir al gobierno. No les importa los argentinos”, los cruzó el jefe de bancada libertaria, Ezequiel Atauche, que apuntó contra el “oportunismo político de algunos sectores políticos que ven posibilidad de hacerse de fondos”. Acusó a la oposición de ser la responsable de que subiera el riesgo país y el dólar, y cuestionó: “Una vez más atacan al gobierno”.
El mensaje estaba dirigido hacia el peronismo, pero eran los ex aliados los que lo miraban con incredulidad. Hasta el chaqueño Victor Zimmermann, que responde a Leandro Zdero, quien cerró un acuerdo electoral con LLA en Chaco, se quejó de que “los fondos no llegan” a las provincias.

El Gobierno había intentado asegurarse el voto de los gobernadores aliados a fuerza de repartir $12,5 millones en ATN, pero no había sido suficiente. Ni Zdero, Alfredo Cornejo (Mendoza) o Rogelio Frigerio (Entre Ríos) quisieron salir en apoyo del Gobierno. Sus senadores, Mariana Juri (Mendoza) y Alfredo de Angeli (Entre Ríos), optaron por abstenerse. “Cornejo perdió 10 puntos en Mendoza en el último mes, eso es lo que explica que este pasando todo esto”, explica, irónico, un senador radical.
Los dos senadores misioneros, que también se habían visto beneficiados por el reparto de ATN y habían funcionado, hasta ahora, como aliados fieles del Gobierno, también le soltaron al Gobierno. Ni siquiera optaron por el camino intermedio de la ausencia o la abstención: ambos, Carlos Arce y Sonia Rojas Decout, votaron a favor de la ley.
El senador Martín Lousteau intentó explicar el cambio de postura de los gobernadores con una anécdota. “Pasados los primeros meses de gestión de Milei, un intendente me dijo que cada vez que iba a Casa Rosada se sentía como en el programa Los Simuladores. ‘Hay un despacho, un teléfono, una tarjeta. Hay una secretaria. Pero después no hay nada para resolverme, es todo una ficción’”, relató, y remató: “Eso es lo que le ha pasado a los gobernadores, y por eso es los 24 que se han juntado, todos, para impulsar este proyecto”.

Para la mayoría de los senadores, sin embargo, el verdadero motivo de la seguidilla de derrotas del Gobierno era la crisis económica y la pérdida de popularidad de Milei. Se había convertido, insistían, en la mancha venenosa. “En Mendoza y Chaco están buscando provincializar la elección. No me sorprendería que el 27 de octubre Cornejo quiera sumarse a Provincias Unidas”, ironizaba uno de los armadores de la oposición.
Lo deslizó el propio José Mayans en el discurso final. “Perón decía que la soberbia puede ser mala consejera. Bueno, el 7 de septiembre se expresó el pueblo de Provincia de Buenos Aires de manera contundente”, manifestó el jefe de bloque peronista, que impulsó la sesión y ya está trabajando para impulsar, el 2 de octubre, una nueva sesión para terminar de voltear el veto a la emergencia pediátrica y al presupuesto universitario.
La ley de reparto de ATN pasará, ahora, a la Cámara de Diputados. El objetivo de las bancadas opositoras es convocar una sesión para el 1 de octubre y terminar de sellar, así, el rechazo del tercer veto de Milei.
María Cafferata – elDiarioAR