La Justicia y la Fuerza Aérea investigan si se trata de chatarra espacial.
Un hecho insólito alteró la calma de Puerto Tirol, en la provincia de Chaco, cuando vecinos del ex Campo Rossi aseguraron haber visto caer un objeto metálico desde el cielo. El episodio ocurrió el jueves alrededor de las 18:15 y generó desconcierto en toda la comunidad, que aún aguarda explicaciones oficiales.
De acuerdo al reporte policial, varios testigos advirtieron cómo un elemento cilíndrico descendía a gran velocidad hasta impactar contra el suelo. Minutos después, personal policial llegó al lugar y constató, junto al propietario del predio, Ramón Ricardo González de 47 años, la presencia del objeto incrustado en la tierra. La pieza, de grandes dimensiones, llamó la atención por su aspecto inusual.
La intervención del Departamento de Bomberos Metropolitana fue inmediata. El equipo especializado se encargó de descartar riesgos de explosividad o toxicidad, ya que se temía que el artefacto pudiera contener combustibles o sustancias peligrosas. Tras la inspección inicial, se fijó un perímetro de seguridad de unos 30 metros alrededor y la zona permanece acordonada bajo estricta custodia policial.

Las primeras observaciones detallan que el objeto mide aproximadamente 1,70 metros de largo por 1,20 de diámetro. Está fabricado en fibra de carbono, tiene válvulas en uno de sus extremos y un orificio de unos 40 centímetros en el otro. Además, posee un número de serie grabado en su superficie, un detalle que fortalece la hipótesis de que se trate de un componente tecnológico y no de un fenómeno natural.
Aunque todavía no existe confirmación oficial, distintas versiones periodísticas apuntan a que podría tratarse de “chatarra espacial”: un depósito de combustible de alta presión, conocido como COPV, utilizado en cohetes. Se especula incluso con que la pieza pertenezca a algún lanzamiento reciente, como el cohete chino Jielong 3 o una misión de SpaceX. De todas formas, los especialistas advierten que solo un peritaje detallado permitirá confirmar su verdadero origen.

La comunidad de Puerto Tirol permanece expectante. La llegada de técnicos especializados y de una comisión de la Fuerza Aérea permitirá avanzar en la investigación. Mientras tanto, el objeto sigue bajo resguardo, convertido en el centro de todas las miradas y alimentando la intriga sobre si se trata de basura espacial, un fragmento de satélite o una pieza terrestre que acabó en un campo chaqueño en circunstancias todavía inexplicables.
Con información de Infobae