El malestar económico y la desconfianza hacia la dirigencia marcan el clima social de septiembre, con un 73% de mirada negativa hacia la familia Menem.
El clima social de septiembre está atravesado por el malestar económico y la desconfianza hacia la dirigencia. La mayoría de los argentinos percibe que su situación personal se deteriora y que el rumbo del país es negativo. En este marco, seis de cada diez encuestados desaprueban la gestión del presidente Javier Milei, lo que confirma un nivel de insatisfacción extendido en la sociedad.
A este rechazo se suma la crítica hacia referentes históricos asociados al oficialismo actual: el 73% tiene una imagen negativa de la familia Menem, que hoy ocupa lugares clave en el Gobierno, desde la presidencia de la Cámara de Diputados a cargos estratégicos en la Casa Rosada. En paralelo, la figura de Karina Milei también aparece en el centro de las tensiones: el 60% de los encuestados cree que podría estar involucrada en hechos de corrupción, ampliando la desconfianza más allá del propio presidente y reforzando el clima de rechazo hacia su círculo más cercano.
El escepticismo hacia los indicadores oficiales se mantiene en niveles elevados. Este mes, el 66,7% de los encuestados sostiene que los datos del INDEC no reflejan la inflación real, frente a un 30% que sí los acepta. La desconfianza se alimenta de demoras técnicas históricas: la canasta de bienes y servicios del IPC no se actualiza de manera integral desde 2016, cuando se incorporaron ponderaciones basadas en la Encuesta de Gastos de los Hogares de 2004. Desde entonces, sólo se realizaron ajustes parciales, sin una revisión completa que acompañe los cambios en los hábitos de consumo.
Ese trasfondo explica buena parte del descreimiento actual. Las estructuras de gastos de los hogares se han transformado de forma profunda en las últimas dos décadas, con mayor peso relativo de rubros como servicios digitales, transporte, salud y educación privada. Sin embargo, la canasta oficial sigue atada a patrones de consumo de hace más de 20 años, lo que genera una desconexión evidente. En un contexto donde cada vez más familias perciben que el sueldo no alcanza para cubrir necesidades básicas, la distancia entre los precios que mide el INDEC y los gastos cotidianos alimenta la sensación de que los indicadores no capturan la realidad, reforzando la desconfianza en la estadística pública.
Después de la derrota en la Provincia de Buenos Aires, la encuesta revela un mensaje claro de la sociedad: la mayoría discute qué tipo de cambios debe encarar el Gobierno nacional. El 45% de los encuestados pide explícitamente escuchar más las demandas sociales y aplicar políticas de alivio para los sectores más bajos, mientras que otro 34% se reparte entre quienes reclaman acuerdos con la oposición e introducción de correcciones en el rumbo económico. Sólo uno de cada cinco sostiene que Milei debería seguir sin modificaciones, lo que muestra que incluso entre sus propios votantes existe la expectativa de ajustes.
La agenda que surge de esta demanda conecta directamente con la percepción de los principales problemas nacionales. Tres de cada diez señalan a la situación económica como el desafío más urgente y uno de cada cuatro ubica a la corrupción en segundo lugar. Es decir, no sólo hay un reclamo por la pérdida de poder adquisitivo y la sensación de que el sueldo no alcanza, sino también por la falta de transparencia y los conflictos de intereses que atraviesan a la política. En conjunto, los datos configuran un cuadro en el que la ciudadanía exige respuestas concretas: aliviar la presión sobre los ingresos, recomponer la confianza en las instituciones y abrir canales de diálogo que permitan salir del actual clima de confrontación.
Imagen política
En el Monitor de Opinión Pública (MOP) del mes de septiembre, se consultó sobre 10 figuras políticas nacionales ya instaladas y otras con aspiraciones nacionales. En todos los casos se preguntó por el nivel de imagen y luego se procesaron los datos separando el nivel de imagen según el voto emitido en noviembre de 2023.
Javier Milei. La imagen se mantiene en terreno mayoritariamente negativo. En septiembre alcanza un 33,8% de valoración positiva, prácticamente estable respecto al 34,6% registrado el mes pasado, mientras que la imagen negativa trepa al 59,1% (era 58,1% en agosto) y la nula se ubica en 6,9% (contra 6,7% previa). La foto global muestra un leve deterioro, con más rechazo que apoyo. Entre sus propios votantes conserva un núcleo de respaldo sólido (65,6% positiva), aunque uno de cada cinco también lo califica negativamente (22,7%). En contraste, entre quienes votaron a Sergio Massa la evaluación es casi unánime: 98,3% lo considera negativamente. Estos datos reflejan que Milei logra sostener su base electoral, pero enfrenta crecientes dificultades para expandirse hacia otros sectores, consolidando un perfil de alta polarización y rechazo extendido en la opinión pública.
Axel Kicillof. La imagen muestra una leve mejora en septiembre respecto al mes anterior. Su positiva asciende a 42,6%, frente al 39,4% de agosto, mientras que la negativa baja a 50,7% (era 51,5%) y la nula se reduce a 6,5% desde el 8,7% previo. Entre los votantes de Massa mantiene un nivel de adhesión muy alto, con 85,8% de imagen positiva, lo que lo consolida como el principal referente dentro de ese espacio. En cambio, entre los votantes de Milei predomina el rechazo casi total: 87,5% lo califica negativamente. La evolución indica que Kicillof logra robustecer su núcleo de apoyo y achicar marginalmente su saldo negativo, aunque sigue siendo un dirigente con fuerte polarización, con adhesiones muy altas en su electorado propio y rechazos contundentes en el campo opositor.
Juan Grabois. La imagen se mantiene prácticamente estable en septiembre. Registra un 38% de positiva, apenas por encima del 37,7% del mes pasado, mientras que la negativa sube levemente a 51,8% (era 51%) y la nula baja a 8,3% (desde 9,3%). Entre los votantes de Massa consigue un nivel de adhesión muy alto, con 78,6% de positiva, lo que confirma su identificación con el electorado peronista. En cambio, entre los votantes de Milei su imagen es casi unánimemente desfavorable: 86,8% lo valora negativamente y apenas un 7,2% lo evalúa positivamente. En conjunto, Grabois consolida un perfil fuertemente ligado al espacio kirchnerista, con buena recepción en esa base, pero con un nivel de rechazo extendido en el resto del electorado, lo que limita su capacidad de proyección.
Victoria Villarruel. La medición de septiembre incluye por primera vez a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, cuya imagen aparece fuertemente condicionada por su vínculo con el oficialismo. A nivel general, alcanza apenas un 21,4% de positiva, frente a un 53,4% de negativa y un 23,6% de imagen nula, lo que refleja tanto su alta visibilidad, como los límites de su proyección nacional. Entre votantes de Milei divide opiniones: un 32,7% la valora positivamente, pero otro 32,7% la evalúa negativamente, mientras que un tercio adicional la ubica en la categoría nula. Entre votantes de Massa el rechazo es mucho más marcado, con un 77,1% de negativa. Su posicionamiento actual parece atravesado por el distanciamiento creciente respecto del presidente Milei, con quien ha tenido diferencias públicas sobre temas de gestión y estilo político. Ese rol dual —parte del oficialismo, pero con agenda propia en el Senado— le otorga visibilidad, aunque la expone también a críticas desde ambos lados de la grieta.
Martín Llaryora.La primera medición muestra un nivel de conocimiento todavía limitado en el escenario nacional, pero con señales de construcción política. El gobernador de Córdoba alcanza un 12,1% de imagen positiva, frente a un 43,9% de negativa, un 23,8% de valoración nula y un 11,9% que directamente declara desconocerlo. Entre los votantes de Massa, la mitad lo califica negativamente (49,7%), mientras que entre los votantes de Milei también predomina la desaprobación (41,6%). Estos números reflejan que, si bien su figura aún no está consolidada a nivel país, comienza a ganar espacio a partir del armado de Provincias Unidas, el nuevo grupo político que impulsa junto a otros gobernadores. Su desafío es proyectarse más allá de Córdoba, donde mantiene su principal capital político, y superar la barrera del desconocimiento y los altos niveles de rechazo que condicionan hoy su visibilidad nacional.
Ignacio Torres. La imagen muestra cierta estabilidad con leves matices respecto al mes pasado. Su positiva se ubica en 17,9%, cayendo algo desde el 20,2% previo, mientras que la negativa decrece a 35,4% (era 36,7%) y la nula asciende a 20,4% (desde 19,7%). El dato más relevante es que el desconocimiento baja a 17,5%, frente al 23,4% de agosto, lo que indica que su figura empieza a ganar mayor visibilidad en el escenario nacional. Entre los votantes de Milei obtiene un 26,1% de positiva y un 23% de negativa, en tanto que entre los de Massa predomina el rechazo con un 54,9% negativo. Gobernador del Chubut y uno de los dirigentes más jóvenes del PRO, Torres aparece en un proceso de instalación: avanza en nivel de conocimiento, pero todavía enfrenta el desafío de achicar un diferencial negativo y posicionarse más allá de la política patagónica.
Maximiliano Pullaro. La imagen se mantiene en un rango similar al mes anterior, aunque con un leve retroceso en su diferencial. Su positiva alcanza el 15,1%, por debajo del 19% de agosto, mientras que la negativa llega al 46,2% (era 39,9%). La nula se ubica en 21,8% (desde 22,9%) y el desconocimiento en 10,1%, mejorando respecto al 19,1% previo. Entre votantes de Milei, su imagen aparece dividida, con un 21,7% de positiva y un 31,7% de negativa, mientras que entre los votantes de Massa predomina fuertemente la desaprobación, con un 66,1% de negativa. Gobernador de Santa Fe y figura en ascenso dentro de la política nacional, Pullaro enfrenta un escenario complejo: gana notoriedad, pero lo hace acompañado de un crecimiento en el rechazo, lo que refleja tensiones derivadas de la inseguridad y el narcotráfico en su provincia, ejes que condicionan su proyección nacional.
Jorge Taiana. La primera medición muestra un nivel de visibilidad intermedio y un perfil con saldo apenas más favorable que otros dirigentes de su espacio. A nivel general, alcanza un 38,9% de imagen positiva, frente a un 34,4% de negativa y un 8,5% de nula. Además, un 11,5% declara directamente desconocerlo. Entre votantes de Massa consigue un fuerte respaldo, con 77,2% de positiva y apenas 4,6% de negativa, mientras que entre los votantes de Milei su figura aparece debilitada: 58,9% lo rechaza y sólo un 9,4% lo evalúa positivamente. Taiana mantiene un reconocimiento asociado a su trayectoria dentro del peronismo, lo que le otorga apoyo sólido en el electorado peronista, pero al mismo tiempo lo expone a altos niveles de rechazo en otros segmentos opositores, limitando su capacidad de expandirse más allá de la base kirchnerista.
José Luis Espert. La primera medición refleja un perfil marcado por la polarización y una fuerte asociación con el oficialismo. A nivel general, registra un 31% de imagen positiva, pero con un 60,2% de negativa, lo que lo ubica entre los dirigentes con mayor nivel de rechazo. Apenas un 6,4% lo califica con imagen nula y un 1,1% declara desconocerlo. Entre votantes de Milei, Espert logra un 58,9% de positiva y apenas un 25,7% de negativa, consolidándose como aliado con buena llegada a esa base electoral. En contraste, entre los votantes de Massa la evaluación es casi unánime en su contra: 97,7% de negativa y sólo 1,2% de positiva. Economista liberal y actual diputado nacional, Espert aparece como un dirigente con buena recepción en el núcleo duro libertario, pero con un nivel de rechazo extendido en el resto de la sociedad, lo que limita seriamente sus posibilidades de crecimiento.
Florencio Randazzo. La medición de septiembre lo ubica entre los dirigentes con peores niveles de imagen. A nivel general, alcanza sólo un 9,5% de positiva, frente a un 59,7% de negativa, mientras que un 24,1% lo califica con imagen nula y un 2,6% directamente no lo conoce. Entre votantes de Milei, Randazzo reúne un 11,8% de positiva, pero más de la mitad (50,7%) lo rechaza, y casi un 30% lo ubica en la categoría nula. Entre los votantes de Massa el panorama es aún más desfavorable: apenas un 6,7% lo valora positivamente, contra un 73,9% de negativa. Ex ministro del Interior y Transporte de la Nación, Randazzo no logra recomponer su capital político y se mantiene en el lote de figuras con alta desaprobación, bajo nivel de apoyo y un techo muy limitado de crecimiento.
Intención de voto
La intención de voto de septiembre muestra un crecimiento significativo de Fuerza Patria, que alcanza el 41,5%, cuando el mes pasado se ubicaba en 36,8%. Por su parte, La Libertad Avanza también sube levemente al 35,4%, frente al 34,5% previo.
Este movimiento consolida una diferencia de seis puntos a favor del peronismo a nivel nacional, que logra ampliar su ventaja tras las legislativas en Provincia de Buenos Aires. En un segundo plano aparecen Provincias Unidas con un 5,6% y el Frente de Izquierda con un 3,8%, mientras que el 11,1% de indecisos y el 2,6% de voto en blanco o anulado se mantienen como bolsón clave para definir la elección. El contraste con el mes pasado muestra que el crecimiento de Fuerza Patria es más dinámico que el de sus competidores, lo que sugiere una recuperación de apoyo en el electorado tras la última contienda provincial.
Sobre el estudio
Los datos surgen del Monitor de Opinión Pública (MOP), un estudio desarrollado por Zentrix Consultora con el propósito de relevar percepciones políticas y económicas de la población residente en Argentina. El relevamiento, correspondiente a la medición de septiembre, incluyó 1.122 casos válidos con cobertura nacional y fue realizado mediante un diseño muestral no probabilístico, con cuotas controladas por sexo, edad y región geográfica, calibradas según la estructura del padrón electoral nacional. La recolección de datos se efectuó a través de un cuestionario autoadministrado en línea, con difusión dirigida y posterior depuración técnica. Se aplicaron mecanismos de validación cruzada mediante variables externas (como el voto declarado), y los resultados fueron ponderados para garantizar representatividad nacional. Bajo estas condiciones, el margen de error teórico se estima en ± 2,93%, con un nivel de confianza del 95%. Los resultados no deben extrapolarse a niveles subnacionales sin la debida cautela metodológica.
Zentrix Consultora está conformada por un equipo de profesionales especializados en transformar datos. A través del relevamiento, el análisis estadístico y la elaboración de informes claros y personalizados, acompaña a organizaciones en la comprensión de su entorno, la planificación precisa y la comunicación efectiva de sus acciones.
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