Ante la negativa de Menem de tratar una moción para activar la comisión investigadora, UxP se levantó de la sesión. Los cruces de las diputadas peronistas con José Luis Espert.
“Sos un cagón, mandás a Arroyo Salgado”, le grita la camporista Florencia Carignano a José Luis Espert en la cara, mientras la libertaria Nadia Márquez la intenta callar poniéndole la mano delante del rostro. “Sacame la mano porque te reviento”, le advierte Carignano, mientras Espert se sonríe. Al lado, la libertaria Juliana Santillán pechea a Paula Penacca y le grita “defensora de chorra”, mientras que Roxana Monzón sostiene a Penacca de atrás, como para evitar que se le vaya encima. A unos centímetros, la kirchnerista Lorena Pokoik también parece preparada para trenzarse a patadas, mientras Fernando Iglesias se divierte filmando la escena.
La sesión opositora terminó en un escándalo. Tras lograr emplazar la comisión de Presupuesto para tratar la emergencia en el Hospital Garrahan y el presupuesto universitario, el clima en la Cámara de Diputados fue escalando hasta convertirse en un circo de insultos, apretadas y amenazas de agarrarse a trompadas. Un show que provocó, tras cinco horas de debate, que Martín Menem aprovechara para terminar con el martirio oficialista y levantar la sesión por falta de quórum.
El disparador del derrumbe de la sesión, sin embargo, no fue ni la bronca de las diputadas peronistas con Espert -a quien responsabilizan de que la jueza Sandra Arroyo Salgado tenga detenida e incomunicada hace una semana a Alesia Abaigar (la funcionaria bonaerense acusada de tirarle caca de un animal en la vereda donde vive)- ni el encarcelamiento de Cristina Fernández de Kirchner. El disparador había sido, una vez más, la comisión $LIBRA.
Y es que el caos se desató luego de que el lilito Maximiliano Ferraro presentara una moción para intentar destrabar el empate de la comisión libertadora. El objetivo de Ferraro era emplazar a las comisiones para tratar un proyecto que modifica el mecanismo de designación de las autoridades: un trabalenguas técnico que pretende, básicamente, darle a Unión por la Patria la presidencia de la comisión para poder ponerla en funcionamiento.
Menem, sin embargo, se negó. El riojano argumentaba, con el apoyo técnico de la bullrichista Silvana Giudici, que la moción tenía que tratarse al final de la sesión porque el tema $LIBRA no estaba incluido en el temario ni se había discutido en Labor Parlamentaria. Menem buscaba evitar -de nuevo- que la oposición pudiera avanzar con la investigación sobre lo que sucedió con la criptomoneda que el presidente promocionó y que dejó pérdidas por 280 millones de dólares y que la Justicia investiga por presunta estafa.

El debate se dilataba. La oposición insistía y Menem se resistía. Hasta que Cecilia Moreau, como si fuera el acto final de cierre, decidió terminar de dinamitar la sesión con un discurso incendiario. “Es imposible ponernos de acuerdo. Si se metieron la Constitución en el culo, es imposible pedirles que respeten el reglamento de la Cámara de Diputados”, los cruzó, subiendo el tono, y agregó: “Dejemos de actuar como si la democracia siguiera vigente. Son estafadores. Son hambreadores. Y vamos a volver”.
Como si fuera un gesto ensayado, apenas dijo esas palabras, los diputados de Unión por la Patria empezaron a levantarse de sus bancas. El objetivo era dejar sin quórum la sesión, y Menem estaba feliz de acatar. El argumento era que el riojano no iba a tratar nunca la moción y que no tenía sentido seguir ahí sentados, observando como LLA lograba volver a bicicletear el tema.
La decisión de dejar la sesión sin quórum luego de que se trataran los emplazamientos de la emergencia en el Garrahan y de la actualización del presupuesto universitario, sin embargo, se había tomado el día anterior. El peronismo no estaba contento con la forma en la que el radicalismo de Democracia Para Siempre había organizado la sesión, que la había pedido en soledad, sin discutirlo antes con sus compañeros en la multipartidaria opositora, y se había negado a ampliar el temario para incluir algunos proyectos pedidos por Germán Martínez.

UxP había accedido a dar quórum, pero hasta cierto punto. Garrahan y universidades sí, pero no tenía interés en discutir el emplazamiento de la comisión de Presupuesto para bajar las retenciones al agro. Ni tampoco el resto de los proyectos que Pablo Juliano, el jefe de DPS, había incluido en el temario como parte de la pelea interna del radicalismo (como el proyecto de Julio Cobos para modificar el huso horario). Fue así que, fracasado el intento $LIBRA y estando por tratarse las iniciativas radicales, los peronistas se levantaron de sus bancas. Muchas diputadas aprovecharían ese momento para ir a prepotear a Espert, que sonreía satisfecho con la situación.
A Juliano no le agradó la movida, y salió a cruzar a sus socios de tener un “pacto” con LLA. “Intentamos por todos los medios que el Congreso trabajara sobre la agenda planteada, pero una vez más el pacto entre los libertarios y los kirchneristas y el acting de su falsa pelea nos dejó sin quórum”, se quejó por Twitter.
Sus socios no peronistas, sin embargo, no terminaban de estar de acuerdo con el jefe de bancada radical. “¿Les rechazas los pedidos que te hacen y pretendés que se queden a darte quórum para los tuyos? ¿Para qué? ¿Para exponerse votando en contra de la baja de retenciones?”, ironizaba un diputado opositor que no integra ni UxP ni DPS. “Son los radicales los que no querían tratar $LIBRA, por eso no lo incluyeron”, agregó, a unos metros, un diputado kirchnerista.
Una vez más, Menem lograba evitar que la oposición investigara el criptoescándalo. Y, una vez más, el boicot generaba suspicacias y sospechas cruzadas entre los socios opositores.
María Cafferata – elDiarioAR