En una sesión marcada por el fuerte contraste de visiones políticas, los bloques de Unión por la Patria y Fuerza Patria fundamentaron su voto positivo al cálculo de recursos para el próximo ejercicio. Los ediles Branko Desabarte, María Romero y Javier LLarul coincidieron en que desaprobar el presupuesto significaría desfinanciar servicios esenciales como la salud y la recolección de residuos, en un contexto donde el Estado municipal debe absorber funciones ante el recorte de fondos nacionales.
Gobernabilidad y responsabilidad institucional
El concejal Branko Desabarte fue el encargado de abrir la defensa del proyecto, haciendo hincapié en la necesidad de dotar al Ejecutivo de previsibilidad financiera. Desabarte señaló que el presupuesto no es un «cheque en blanco», sino un plan de acción para un año que se anticipa complejo. «Nuestra responsabilidad es dar gobernabilidad. No podemos dejar al municipio sin su hoja de ruta porque eso afectaría directamente la atención en las unidades sanitarias y el mantenimiento de las localidades», sostuvo durante su intervención.
Prioridad en lo social y la salud pública
Por su parte, la concejal María Romero (Fuerza Patria) destacó el enfoque social de las partidas asignadas. Ante las críticas de la oposición por el aumento de tasas, Romero argumentó que la actualización es el único camino para no vaciar las arcas municipales ante la inflación y el aumento de insumos hospitalarios. «Este presupuesto prioriza que el vecino más vulnerable siga teniendo un plato de comida y que el hospital tenga los medicamentos necesarios. Es un presupuesto de resistencia ante un panorama nacional muy hostil».
Sostenibilidad y servicios esenciales
Finalmente, Javier LLarul (Unión por la Patria) cerró la postura oficialista enfocándose en la parte técnica y operativa del distrito. Resaltó que gran parte del gasto está destinado a salarios de trabajadores municipales y al funcionamiento de la maquinaria que mantiene los servicios básicos en todo el partido. «Rechazar esto es decir que no queremos que pase el recolector o que no se arreglen los caminos rurales. Estamos ajustando lo justo para que Tornquist siga funcionando y prestando los servicios que el vecino paga con sus tasas».
Con el acompañamiento de estos bloques, y pese al rechazo unánime de la UCR y La Libertad Avanza, el Presupuesto 2026 quedó aprobado por mayoría, asegurando así el esquema financiero para el primer año completo de la gestión de Estefanía Bordoni.







































































