Artemisa Noticia
04/06/2025 |

El informe médico forense sobre el ataque a Pablo Grillo «Lesiones gravísimas con riesgo de vida»

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Hubo unanimidad en las evaluaciones: «las lesiones producidas por el disparo durante la represión del 12 de marzo pusieron en peligro real y concreto» «la vida» del fotógrafo y son «graves y gravísimas».

Un informe médico forense unánime determinó que «las lesiones producidas por el disparo durante la represión del 12 de marzo pusieron en peligro» «real y concreto» «la vida» de Pablo Grillo. Son «graves y gravísimas». También confirma que esas heridas requirieron de un «impacto directo de proyectil sobre la tabla frontal del cráneo». Es decir, para los médicos no hay dudas de que el tiro del gendarme Héctor Guerrero fue directo al cuerpo, en rigor, a la cabeza en forma horizontal y, por ende, de manera anti reglamentaria, más allá de la defensa insostenible que ha intentado hacer la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre la actuación del cabo. Los propios manuales de Gendarmería dicen que cuando una escopeta lanzagases es accionada de esa manera, puede causar la muerte. En una escena emocionante, Grillo dejó este martes la terapia intensiva del hospital Ramos Mejía y comenzará su etapa de rehabilitación en el Hospital Rocca.

La médica Claudia Zuñiga Teppa, del Cuerpo Médico Forense, y los médicos designados como peritos de parte, Ezequiel M. Amar por la querella y María Jimena Pérez Pelliser por la defensa, visitaron a Pablo Grillo en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Ramos Mejía el 26 de mayo para elaborar un reporte que fue requerido por la jueza María Servini. Se supone que era lo que faltaba para que llame a indagatoria a Guerrero quien, bajo los conceptos planteados en el peritaje, podría tener cargos por tentativa de homicidio agravado. La querella reclamará esa citación si no se produce pronto. Las fotos y videos incorporados a la causa corroboran que fue el autor del disparo que dejó a Pablo al borde de la muerte y que, además, el grupo de gendarmes que integraba estaba envalentonado con la represión. «Estamos excelente, más que bien», celebraban al apuntar a manifestantes y trabajadores de prensa.

El informe médico

Como en todo peritaje, los especialistas tenían que responder una serie de preguntas planteadas por el juzgado. Lo notable en este caso es que hasta el perito de Gendarmería suscribió el informe.

Una síntesis que compartió la querella de la familia Grillo –representada por el Centro de Estudios Legales y Sociales y la Liga Argentina por los derechos Humanos– se refiere al grado de las lesiones sufridas por Pablo y el tiempo que podría demandar su curación y dice que presenta una «herida contuso compleja en rostro región mediofrontal»; «fractura expuesta de cráneo fronto temporo parietal izquierda. Ambas producidas por golpe o choque con o contra objeto contuso que logra vencer la elasticidad de los tejidos (piel y tejido óseo) produciendo su rotura» que demandan un tiempo de curación mayor a 30 días; «hematoma subdural derecho».  y «hematoma epidural izquierdo» (ambos requirieron cirugías).

Los médicos indicaron que las lesiones son “graves y gravísimas”, «con tiempo de curación de más de 30 días e igual tiempo de inutilidad laboral». Ahí es que confirmaron que fueron de tal magnitud que pusieron en riesgo su vida. La respuesta fue: «Sí, real y concreto». En un tiempo y a medida que avance la rehabilitación tendrán que colocarle una prótesis en la zona del cráneo. Respecto de la posibilidad de secuelas neurológicas, los médicos no pudieron dar precisiones porque consideraron que su pronóstico, al evaluarlo, seguía siendo reservado y su estado de salud, crítico.

La quinta pregunta apuntaba a “establecer si para ocasionar las lesiones comprobadas se requiere del impacto o disparo directo sobre la superficie lesionada”. Los especialistas respondieron: “Sí, la herida contuso cortante frontal asociada a fractura expuesta de cráneo se corresponde con lo informado de impacto directo de proyectil sobre la tabla frontal del cráneo”. Finalmente, se les pedía alguna precisión respecto de «si las lesiones ocasionadas fueron producidas por un disparo con un proyectil de alta energía cinética sobre la superficie lesionada”. Respondieron: “No se puede establecer la energía cinética que albergaba el proyectil que podría haber causado la lesión, pero sí se puede decir que la apertura de la piel frontal y la fractura de la tabla interna y externa del hueso frontal del cráneo requiere de una importante fuerza de impacto para romper la elasticidad de los tejidos lesionados”.

Asuntos pendientes

El Ministerio de Seguridad no respondió todavía un requerimiento esencial de la jueza Servini para determinar de dónde salieron las órdenes de una represión de la ferocidad desplegada, violando las reglas básicas del uso de armas menos letales. La magistrada pidió «los listados y/o nóminas de las personas que se encontraban presentes en la sala de situación de la Dirección General de Operaciones (indicándose nombres, apellidos, jerarquías y cargos)». Nada de esto fue informado.

Tampoco aclaró la cartera de Seguridad ni la Gendarmería por qué una de las cámaras Go Pro de los Gendarmes estaba inactiva ni por qué faltan tramos claves de la filmación. Ni por qué falta material fílmico del intervalo entre las 17.09 y las 17.17 horas, período crucial ya que, según analizó el colectivo Mapa de la Policía el disparo se produjo a las 17.18 horas. El planteo es por qué no está y si existe. Otra duda es por qué falta también el tramo comprendido entre el final de un video que corta a las 17.24 y el inicio de otro a las 17.28. «Es un intervalo de casi tres minutos de duración, coincidentes con los minutos posteriores al disparo que recibió Pablo Grillo por parte del gendarme Héctor Guerrero», dijeron desde la querella del CELS y la LADH. Lo mismo reclamaron, aún sin respuesta, respecto de horas de modulaciones de la Policía Federal que no fueron entregadas al juzgado.

Todavía no fue identificado el agente de la Policía Federal que golpeó y gaseó a la jubilada Beatriz Blanco, quien probablemente deba ser operada de un ojo por el efecto de los gases que recibió en forma directa en la cara.

El hincha de Chacarita

Jonathan Navarro, el hincha de Chacarita que perdió la visión de un ojo, fue aceptado como querellante por Servini. Todo indica que le habría disparado un agente de Prefectura Naval, en este caso una posta de goma. La fuerza le respondió al juzgado que actuó bajo la resolución que estableció el llamado «Protocolo para el Mantenimiento del Orden Público ante el Corte de Vías de Circulación», el famoso protocolo antiprotesta. Por las imágenes en la que se ve actuar a la prefectura, lo primero que no cierra con ese planteo es que reprimen y disparan estando en la vereda. Por ahora entregó material fílmico la Auditoría General de la Nación, ya que el disparo se habría producido en esa zona, pero falta que entregue las suyas la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

 

Fuente_ Página 12

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