Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del ACV, impulsado por la World Stroke Organization (WSO) para alertar sobre sus signos, reducir sus causas y reforzar la premisa de que “cada minuto cuenta”.
El ACV, también conocido como “infarto cerebral”, ocurre cuando una arteria que suministra sangre al cerebro se bloquea o rompe, lo que puede generar muerte o daños neurológicos severos. El 29 de octubre fue elegido como la fecha clave para conmemorar el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular porque en ese día se realiza un esfuerzo conjunto a nivel internacional para visibilizar esta patología y fomentar una respuesta rápida y eficaz.
La WSO estima que hoy una de cada cuatro personas en el mundo sufrirá un ACV a lo largo de su vida. Esta realidad convierte al ACV en una de las primeras causas de muerte y discapacidad en adultos, lo cual refuerza la urgencia de tomar medidas de prevención y de concienciación.
El lema de la campaña de 2025 —“#ActFAST” (Face, Arms, Speech, Time) — recuerda que reconocer los síntomas tempranos puede marcar la diferencia entre recuperar la autonomía o pasar a depender de cuidados de por vida. Por ejemplo: si al sonreír un lado del rostro está caído, o al levantar ambos brazos uno baja, o si el habla se vuelve dificultosa, es momento de actuar de inmediato.
Pero la lucha contra el ACV también se dirige a sus causas: hipertensión, diabetes, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, consumo excesivo de alcohol y mala alimentación son factores que pueden controlarse y que reducen significativamente el riesgo.
Este día no sólo invita a la reflexión, sino a la acción concreta: desde realizar controles de presión arterial y modificar hábitos de vida hasta exigir sistemas de salud con protocolos de atención rápida y servicios de rehabilitación adecuados. En comunidades donde los recursos son limitados, la prevención y el reconocimiento rápido resultan todavía más determinantes.

Los síntomas del ACV
- Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo: una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede sentir confusión, arrastrar las palabras al hablar o no entender el habla.
- Entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, del brazo o de la pierna: a menudo, esto afecta solo un lado del cuerpo. Si un brazo comienza a caer, puede ser un signo de accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse cuando trate de sonreír.
- Problemas para ver en uno o ambos ojos: la persona puede tener visión borrosa ensombrecida, repentina en uno o ambos ojos o, incluso, ver doble.
- El dolor de cabeza repentino de aparición súbita y muy intenso puede ser síntoma de un accidente cerebrovascular. Puede ocasionar vómitos, mareos o un cambio en el estado de consciencia.
- Problemas para caminar: una persona que tiene un accidente cerebrovascular puede tropezar o perder el equilibrio o la coordinación.
Si se detecta alguno de estos síntomas en uno mismo u otra persona, se debe llamar inmediatamente a un servicio de emergencia, no hay que esperar a ver si los síntomas pasan, ya que, según indicó el médico “cada minuto cuenta”. El diagnóstico incluye un examen físico e interrogatorio, pruebas de imágenes, tomografía o resonancia de cerebro. Esto sirve para determinar la causa del ACV.
El tratamiento del ACV
El tratamiento de esta enfermedad varía según su tipo:
- ACV isquémico: es vital recuperar el flujo de la arteria afectada. La terapia trombolítica que implica la administración de medicamentos para disolver coágulos es más efectiva cuando se administra en las primeras horas después del inicio de los síntomas. En algunos casos, se pueden realizar procedimientos de angioplastia (trombo aspiración).
- ACV hemorrágico: el objetivo terapéutico es incluir medidas para controlar la presión arterial, cirugía para reparar el vaso sanguíneo dañado o drenaje del sangrado en el cerebro.
A veces, un accidente cerebrovascular puede causar discapacidades temporales o permanentes. Las complicaciones dependen de cuánto tiempo quede el cerebro sin flujo sanguíneo y qué partes se vean afectadas.
Entre las complicaciones se encuentran:
- Pérdida de movimiento muscular o parálisis: puede que se tenga parálisis en un lado del cuerpo o bien se puede perder el control de ciertos músculos, como aquellos que se encuentran en un lado de la cara o un brazo.
- Problemas para hablar o tragar: un accidente cerebrovascular puede afectar a los músculos de la boca y la garganta. Esto puede causar dificultades para hablar con claridad, tragar o comer, y también complicaciones con el lenguaje como hablar, entender el habla, leer o escribir.
- Pérdida de la memoria o dificultad para pensar: muchas personas que tuvieron un accidente cerebrovascular padecen cierto grado de pérdida de la memoria y otras pueden tener dificultades para pensar, razonar, opinar y comprender conceptos.
- Síntomas emocionales: las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden tener problemas para controlar sus emociones o pueden desarrollar depresión.
- Dolor: se puede presentar dolor, entumecimiento u otras sensaciones en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular. Si un accidente cerebrovascular hiciera que se perdiera la sensibilidad en el brazo izquierdo, se podría desarrollar una sensación de hormigueo en ese brazo.
- Cambios en la conducta y el autocuidado: las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden volverse más introvertidas. Además, es posible que necesiten ayuda con su aseo personal y las tareas diarias.
Hoy, el Día Mundial del ACV es una alerta para todos: conocer los signos, cuidar los factores de riesgo y actuar sin demora. Porque cuando se trata de un ACV, cada minuto cuenta.
Jóvenes protagonistas en la detección temprana del ACV
- El uso de la IA como aliada para salvar millones de neuronas

Cada 40 segundos, una persona sufre un Ataque Cerebrovascular (ACV) en Argentina. Suena lejano, pero no lo es: puede ocurrir en cualquier momento y a cualquier persona, sin distinción de edad. En esos casos, cada minuto cuenta: actuar rápido puede marcar la diferencia entre una recuperación completa, una discapacidad permanente o incluso la vida y la muerte.
En el marco del Día Mundial del ACV, el miércoles 29 de octubre, se llevará a cabo en el Jardín Japonés una jornada especialmente diseñada para que los jóvenes aprendan a reconocer los síntomas, actuar con rapidez y convertirse en aliados clave para salvar vidas.
La propuesta del evento apunta a que los jóvenes se conviertan en protagonistas activos en la detección temprana, ya que suelen estar cerca de adultos mayores —abuelos, padres, vecinos— y pueden ser los primeros en notar las señales de alarma y activar el sistema de salud. Durante la jornada, asistirán estudiantes de distintas escuelas, que participarán de charlas, talleres interactivos y cursos prácticos de RCP y primeros auxilios. El objetivo es brindarles herramientas concretas y entrenarlos para que puedan actuar con rapidez y seguridad frente a una emergencia real.
La inteligencia artificial, una herramienta que cambia el pronóstico
Gracias a un sistema llamado Rapid AI, desarrollado e implementado en la Clínica La Sagrada Familia, es posible analizar imágenes médicas en tiempo real y detectar un ACV en minutos, reduciendo el tiempo de diagnóstico y tratamiento en 15 minutos promedio, lo que equivale a salvar hasta 30 millones de neuronas por paciente. Este software compara las imágenes de tomografía con bases de datos internacionales y genera automáticamente una puntuación que orienta al equipo médico para tomar decisiones inmediatas. Además, la clínica cuenta con una ambulancia equipada como “hospital sobre ruedas”, que permite realizar estudios de imágenes durante el traslado, adelantando el tratamiento antes de que el paciente llegue a la guardia.

NB – elDiarioAR





























































