La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de concientizar a la comunidad sobre la enfermedad celíaca, promover su diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado.
La celiaquía es una enfermedad autoinmune caracterizada por una intolerancia permanente al gluten, una proteína que está en ciertos alimentos como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (de ahí vienen las siglas T.A.C.C.). Consiste en la inflamación crónica de la mucosa del intestino delgado, lo que disminuye la capacidad del organismo en la absorción de nutrientes.
Esta condición se presenta en personas con la predisposición genética, ya que se sabe que aparece con más frecuencia en miembros de la misma familia, por lo que puede condicionar a grupos familiares enteros. Puede manifestarse en el primer momento que se ingiere alimentos con gluten, o desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
¿Cuáles son los Síntomas?
Los primeros síntomas que suelen presentarse son diarrea crónica, vómitos reiterados, marcada distensión abdominal, falta de masa muscular, pérdida de peso, anemia, caída de cabello, infertilidad, impotencia, abortos espontáneos, etc.
Esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad y sexo (aunque hay mayor prevalencia entre las mujeres) siempre que tengan una predisposición genética. Es frecuente que en algunos casos sea asintomática. Por eso los especialistas recomiendan realizar estudios a niñas, niños y adolescentes que tengan un familiar con celiaquía (madre, padre, hermanos) aunque no presenten ningún síntoma.
Dependiendo de la edad, la enfermedad suele manifestar a través de diferentes síntomas y señales:
– En niños, suele presentarse “diarrea crónica”, vómitos, distensión abdominal, falta de masa muscular y pérdida de peso, retraso del crecimiento, escasa estatura, cabello y piel secos, menos calcio, inapetencia, irritabilidad, alteraciones en el esmalte dental, dislexia, autismo, hiperactividad, etcétera.
– En adolescentes, se manifiesta dolor abdominal, baja estatura relativa a familiares, falta de ánimo, retraso en el ciclo menstrual, retraso puberal, estreñimiento, queilitis angular, aftas recurrentes, anemia ferropénica, cefaleas, etcétera.
– Los adultos padecen osteoporosis, fracturas, artritis, diarreas, estreñimiento, desnutrición, abortos espontáneos, hijos recién nacidos con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, anemia ferropénica, caída del cabello, colon irritable, menopausia precoz, astenia, depresión, etcétera
¿Cómo se diagnostica?
El primer paso consiste en realizar una consulta al médico, quien evaluará los síntomas y pedirá como primer estudio un análisis de sangre, específicamente anticuerpos y el segundo paso, más allá de que el resultado de sangre sea normal, consiste en realizar una endoscopía digestiva para la toma de biopsia del intestino delgado para realizar un diagnóstico definitivo.
¿Cuál es el Tratamiento?
Es importante entender que el tratamiento no está en la farmacia ¡Está en la cocina! Y es la adopción permanente y de por vida de una dieta libre de gluten esto quiere decir un plan de alimentación sin harinas de trigo, avena, cebada y centeno (TACC), ni de productos que puedan contener la proteína, como son muchos de los alimentos industrializados; para lo cual es indispensable que cada celiaco cuenta con la ‘Guía de alimentos y medicamentos para celiacos’, donde se encuentran todos los productos que han sido analizados por entidades competentes que aseguran la mínima cantidad de gluten (1 ppm) en su composición.
Con una dieta libre de gluten las personas que padecen celiaquía, ven una mejora de sus síntomas a partir de las dos semanas. El proceso es más lento para los niños, que pueden demorar seis meses en la recuperación de las vellosidades intestinales y la normalización del sistema inmunitario.
Nadie niega que cumplir con esta alimentación puede resultar todo un desafío. Se modifican rutinas, hábitos alimentarios y hay que adaptar la comida, no solo en el ámbito de la vida individual, sino de la vida social.
Por eso, la Asociación Celíaca Argentina tiene una serie de recomendaciones para situaciones especiales, como salidas, cumpleaños, reuniones y eventos sociales. Por ejemplo, que la persona con celiaquía hable por anticipado con quienes estén organizando el evento para informarles que debe consumir alimentos sin gluten y, tal vez proponer alguna alternativa de menú, sin gluten. seguro, evitando la contaminación cruzada. Y, la sugerencia para las y los organizadores de cualquier evento o reunión es que puedan asegurarse de tener una opción sin TACC y evitar la contaminación cruzada. Y en caso de no estar informado, ¡preguntar!
Las situaciones sociales más comunes en nuestro país que requieren nuestra atención.
¿Qué hacer al momento de compartir el asado?
Las personas celíacas pueden consumir todo tipo de carnes frescas y vegetales, pero se debe tener especial cuidado con los condimentos y embutidos ya que pueden contener gluten.
Entonces, la o el parrillero debe estar alertado sobre la contaminación cruzada, para que en caso de colocar pan con gluten en la parrilla o embutidos que contengan gluten, lo haga en un espacio separado para no contaminar el resto del asado.
¿Qué pasa cuando compartimos el mate?
Hay que corroborar que la yerba esté inscripta como Libre de Gluten (al igual que si adicionamos azúcar o edulcorante).
El impacto del diagnóstico
El diagnóstico de celiaquía no solo implica un cambio en la alimentación, sino también un proceso emocional profundo, tanto para la persona diagnosticada como para su entorno cercano. En este recorrido, la familia y los amigos cumplen un rol fundamental.
El diagnóstico puede generar alivio por tener una respuesta a los síntomas, pero también sentimientos de tristeza, frustración, miedo, enojo o aislamiento.
Por eso, la Asociación Celíaca Argentina recuerda a las personas que no padecen esta enfermedad ser conscientes, empáticas y estar atentas a quiénes sí la padecen, para no dejar a nadie afuera al momento de compartir la mesa.
MP – elDiarioAR