Fue capturada en un control en la autovía 14, en Chajarí. Se dirigía a la provincia de Buenos Aires.
Cuando los efectivos de la policía de Entre Ríos comenzaron a revisar el Ford Fiesta negro que detuvieron en un control en el kilómetro 341 de la Autovía 14, a la altura de la ciudad de Chajarí, la conductora, se identificó integrante de una fuerza de seguridad. Pero no llevaba ni credencial ni arma.
Su preocupación aumentó cuando los efectivos de la policía entrerriana advirtieron que había algunos remaches nuevos en el vehículo.
Ante esta circunstancia, los efectivos de la fuerza de seguridad provincial convocaron a un binomio de un policía y un perro entrenado en la búsqueda de estupefacientes.
Al revisar el vehículo los policías hallaron los paquetes con cocaína. La droga había sido estibada en los zócalos del automóvil.
En ese momento, los efectivos realizaron una prueba con un reactivo en la sustancia encontrada y se comprobó que se trataba de cocaína. Al pesar el alijo de droga, los policías establecieron que se trataba de un cargamento de 14 kilos de cocaína.
Según fuentes de la investigación ese cargamento habría sido valuado en $105.000.000, si hubiese llegado al mercado de narcomenudeo en Buenos Aires, el valor se multiplica por cinco, en Europa.

Con la comprobación de que la sustancia blanca hallada en el vehículo era cocaína de máxima pureza, los efectivos de la fuerza de seguridad de Entre Ríos, comunicaron a la conductora que quedaba presa. En ese momento, los policías establecieron la identidad de la sospechosa que sería María Florencia Méndez, de 29 años.
Hasta principios de este año, la detenida se desempeñaba en la Superintendencia de Asuntos Internos de la Policía Federal. Pero, repentinamente y sin avisar abandonó sus funciones. Por ese motivo se inició un sumario administrativo en su contra.
Sus compañeros no supieron nada de ella hasta que en las últimas horas se hizo pública su detención. Hasta que se defina su situación procesal, la acusada seguirá detenida en una comisaría de Chajarí, a disposición de la jueza federal de Concordia, Analía Ramponi.
Según fuentes oficiales, la presunta narcopolicía se dirigía en su Ford Fiesta negro desde Misiones, con destino a San Justo, en el partido de La Matanza, pero al ser sorprendida por los efectivos de la fuerza de seguridad de Entre Ríos en un control, quedó detenida.
Decomiso en Santa Fe
Esta semana, en otro operativo de control vehicular, pero en el kilómetro 289 de la ruta nacional 34, a la altura de la ciudad de Ceres, en Santa Fe, efectivos del Escuadrón Seguridad Vial “Rafaela” de la Gendarmería secuestraron un cargamento de casi 106 kilos de cocaína.
El alijo de droga fue hallado dentro de una camioneta conducida por un narco que procedía de la ciudad de La Quiaca, en Jujuy y se dirigía a Rosario.
Al revisar el rodado con la asistencia del can “Sasha”, y observaron que el perro reaccionó de manera exaltada al pasar por la zona trasera del vehículo. En presencia de testigos, los efectivos profundizaron la inspección y detectaron que en el baúl y en los zócalos se ocultaban 100 ladrillos que pesaban 105,911 kilogramos de cocaína. Los paquetes tenían la marca de un delfín, sello que los especialistas vinculan con el clan de Delfín Castedo.
Fuente: diario La Nación
































































