El colapso ambiental ha llegado a nuestra región, como se evidenció el 7 de marzo pasado, en todo el partido bahiense.
Mientras desde la ONU se pide alcanzar emisiones cero para el 2050, el polo petroquímico de Bahía Blanca sigue apostando por el crecimiento de la industria petrolera, una de las principales causantes de gases de efecto invernadero y contaminación del aire, suelo y agua.
En un evento realizado en CABA: “Competitividad, innovación y sostenibilidad” la petroquímica argentina analizó los principales desafíos que enfrentan por los eventos climáticos (provocados por sus actividades). Pero no nos confundamos, en el Panel 3 del evento “Adaptación climática y resiliencia industrial”, no plantearon ninguna preocupación por la afectación de estos eventos en las comunidades, sino por el “aumento de eventos extremos y su potencial impacto sobre la infraestructura” petrolera. LNP (14/06/25). Ni se molestan en disimular.
Lamentablemente somos pocas las voces que se les resisten. ¿Por qué? Porque hemos sido cooptados por el discurso del desarrollo sostenible, que nos ha hecho creer que no es para tanto y que el desarrollo implica daños colaterales.
Pero sobre todo por los dispositivos que rodean el muro negro del extractivismo, diseñados para confundirnos.
Son parte de la maquinaria que contribuye al lavado de cara verde.
Aquí presentamos algunos de estos dispositivos:
Primer lavado de cara verde: los rescatistas rentados
En 2017, la empresa Lanchas de Sur, en convenio con el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, lanzó la Estación de Rescate de Fauna Marina Indio Fidalgo, destinada a rescatar animales acuáticos afectados por las actividades humanas.
Aunque ha recuperado tortugas llenas de plásticos, aves y lobos marinos atrapados en las redes de pesca, la Estación, está subvencionada por los mismos que generan los impactos en la fauna: los empresarios que integran el Consorcio del Puerto, que fabrican el plástico que se tragan las tortugas, derramaron petróleo en la ría y hasta los pescadores (y sus redes) que son subsidiados por el puerto.
Es como si el violento contratara un servicio de enfermería para que les cure las heridas a sus víctimas. Las enfermeras no son responsables de las heridas infringidas, pero sí lo son por no denunciar.
La industria petroquímica oculta su rostro tras el logo de la Estación de Rescate, buscando camuflarse con la naturaleza y confundirnos.
Segundo lavado de cara verde: la complicidad de los técnicos con el poder político
Pablo Petracci es el director de la Estación de Rescate Indio Fidalgo y el principal referente de la Red Hemisférica de Aves Playeras pero también fue quien cuestionó el dragado del Arroyo Napostá en el 2022, momentos en que Federico Susbielles promocionaba su postulación a intendente y era Director del Consorcio del Puerto. Pero nada dijo del dragado que realiza el Puerto, en el Canal Principal del estuario, donde una parte se efectúa dentro de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde y cerca de los sitios de la Red Hemisférica de Aves Playeras, afectando en forma directa su ambiente y biodiversidad.
Hoy en relación a la necesidad de dragar el Napostá, por la catástrofe de marzo y con Susbielles de Intendente, el ambientalista no lo cuestiona y en un giro discursivo dice que en realidad “está todo mal hecho”, refiriéndose a que el problema es que se construyó muy cerca del arroyo (Noticias y protagonistas, 12/03/25).
También por el 2022, desde el Ministerio de Ambiente, el personal técnico guardaparque Martín Sotelo, junto a la senadora Ayelén Duran y Federico Susbielles (cuando era presidente del Consorcio del Puerto de Bahía Blanca), gestionaron la declaración de la Reserva Natural del Islote de la Gaviota Cangrejera, que, previamente, había sido declarada solo por decreto en 2011 como Reserva Integral. Sin embargo, esta gestión resultó en un cambio de categoría de conservación: de Reserva Integral a Reserva Natural Faunística y Educativa.
Esta modificación disminuye el nivel de protección, ignorando las recomendaciones internacionales que abogan por la no regresión en la protección de áreas naturales.
La nueva declaración permitirá que miles de visitantes, en nombre de la Educación Ambiental, impacten negativamente en el pequeño islote. Y lo peor es que será una Educación Ambiental portuaria y extractivista.
Pero más grave aún es el hecho de que la ley autoriza al Puerto a realizar tareas de mantenimiento (dragado?) en el canal principal del estuario, dentro de los límites de la Reserva Natural y muy cerca de las zonas de nidificación de esa especie.
Gracias a esta Área Natural Protegida, el puerto puede promocionarse como «sustentable», donde el sombrero de un guardaparque es más que un símbolo, contribuye ampliamente al lavado de cara verde.
Continuaremos en un siguiente artículo
Patricia González Garza
Presidente de Sílice 14.8 ONG Bahía Blanca