WhatsApp se ha convertido en una de las principales vías de comunicación, pero también en un espacio donde proliferan mensajes no deseados, cadenas sin importancia y maniobras de estafa. Para evitar esa invasión constante, la aplicación cuenta con una serie de configuraciones que, al activarlas de manera manual, funcionan como un auténtico “modo antispam” y permiten recuperar el control total de la cuenta.
Una de las herramientas clave para frenar el ingreso de chats indeseados es la restricción para ser agregado a grupos. Desde el menú de Privacidad, es posible limitar esta acción únicamente a contactos o a un listado personalizado. Con esta función, se evita caer en grupos desconocidos o creados para difusión masiva, una modalidad habitual en intentos de estafa.

Además de controlar quién puede sumar a un usuario a un grupo, WhatsApp permite ocultar información sensible como la foto de perfil, el estado, la última conexión o incluso los stickers de avatar. Configurar estos datos en “Mis contactos” o restringirlos aún más evita que desconocidos puedan visualizar elementos personales o seguir los movimientos dentro de la aplicación, una maniobra que muchas veces antecede envíos de spam o mensajes con fines engañosos.
La opción de mensajes temporales se posiciona como otra herramienta eficaz para mantener los chats libres de contenido innecesario. Al definir una duración —por ejemplo, 90 días— los textos desaparecen de manera automática y reducen la acumulación de cadenas, mensajes irrelevantes o información que no se desea conservar. Esto funciona tanto con contactos habituales como con números desconocidos.

Otro aspecto central en la prevención del spam es desactivar la descarga automática de archivos. Desde el apartado “Almacenamiento y datos”, se puede configurar que fotos, audios, videos y documentos no se guarden sin autorización. Esta medida reduce el riesgo de recibir contenido malicioso y evita la saturación del almacenamiento con material no solicitado.
Por último, si el usuario es agregado a un grupo extraño o recibe mensajes sospechosos, la plataforma permite reportarlos directamente desde la conversación. Este mecanismo resulta fundamental para que WhatsApp pueda actuar frente a cuentas que distribuyan spam o intenten estafar a otros usuarios.

Con estos ajustes, señala TN, la aplicación ofrece un nivel más alto de seguridad y privacidad, al permitir que cada persona determine quién puede contactar, qué información mostrar y cómo manejar los contenidos que llegan a su teléfono.
Fuente La Brújula
































































