El representante argentino fue un funcionario de tercera línea, Juan Manuel Navarro, subsecretario de Política Exterior.<
A su vez, Argentina no aprobó algunos de los 52 puntos del documento final que se firmó en la cumbre que se llevó a cabo en la ciudad colombiana de Santa Marta, que tuvo al presidente Gustavo Petro de anfitrión.
También asistieron al encuentro los presidentes de Brasil, “Lula” Da Silva, y de España, Pedro Sánchez. De todas formas, no estuvieron presentes los principales mandatarios de ese bloque, en una cumbre donde primó una postura distante sobre el estadounidense Donald Trump, lo cual influyó en la gran cantidad de ausencias.
Al igual que sucedió con Argentina, tampoco asistieron presidentes como Gabriel Boric (Chile), Claudia Sheinbaum (México) y Yamandú Orsi (Uruguay).
En cuanto al documento final, en detalle, uno de los puntos que Argentina rechazó fue el número 10, que planteaba reconocer “los esfuerzos en curso para alcanzar la paz en la región” y destacar “el proceso de paz en Colombia, con el respaldo de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas”. “Abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe. Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas”, agrega.
Tampoco se apoyó el punto 15, que indicó: “Reconocemos el acuerdo alcanzado sobre la primera fase del Plan Integral para poner fin al conflicto en Gaza, así como los resultados de la Cumbre de Sharm el-Sheikh por la Paz, celebrada el 13 de octubre de 2025. En este sentido, recordamos la Conferencia de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Aplicación de la Solución de Dos Estados, celebrada en Nueva York”.
No se respaldó además los puntos 18 que hablaba sobre “la necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba”; el 42, sobre la promoción de “una inteligencia artificial segura, protegida y fiable, así como su gobernanza ética, con un enfoque responsable e inclusivo”, ni el 44 sobre “la necesidad de abordar y contrarrestar la desinformación y la información errónea, así como los discursos de odio, incluidos aquellos que perpetúan la violencia y la discriminación por razón de género, particularmente en los entornos digitales”.
Fuente: diario Ámbito





























































