El Dr. Leandro Hidalgo, deportólogo de la ciudad de La Plata, cruzó el Estrecho de San Carlos en un emotivo homenaje a los caídos y veteranos de 1982. Tras un intento fallido en marzo, logró completar la travesía de casi 5 kilómetros en aguas heladas, impulsado por una promesa personal y su compromiso con la causa malvinera.
Para el Dr. Leandro Hidalgo (49), el Estrecho de San Carlos no es solo un accidente geográfico que separa la Gran Malvina de la Isla Soledad; es un lugar sagrado. El pasado 25 de noviembre, este médico deportólogo platense cumplió el sueño de unir ambas islas a nado, una proeza física y mental que le demandó 1 hora y 33 minutos de lucha contra la corriente y el frío extremo.
Hidalgo partió desde Punta Chancho (Gran Malvina) con el objetivo de llegar al Promontorio Güemes (Isla Soledad). Aunque la distancia lineal estimada era de 4.200 metros, la fuerza de las mareas lo obligó a realizar un recorrido real de casi 5.000 metros. Con el agua a escasos 8 grados, cada brazada fue un ejercicio de resistencia contra la hipotermia y el agotamiento.
De la maratón al mar
La relación de Hidalgo con las islas lleva más de una década. Desde 2011, el médico viajaba anualmente para participar en la Maratón de Malvinas. Sin embargo, una lesión de rodilla en 2016 le impidió seguir corriendo largas distancias. Lejos de abandonar su tributo anual, decidió cambiar el asfalto por el agua y comenzó a entrenarse en natación de aguas frías.
Esta travesía fue, en realidad, una «revancha». En marzo de 2024, Hidalgo ya había intentado el cruce, pero las condiciones climáticas extremas —características de la zona— obligaron a suspender la misión por seguridad. Lejos de desanimarse, regresó a La Plata para intensificar su entrenamiento en el Río de la Plata y en canteras, adaptando su metabolismo al rigor del Atlántico Sur.
El motor de la hazaña
Detrás del logro deportivo, hay una historia de resiliencia familiar. Leandro ha manifestado que su gran inspiración es su hijo, quien enfrentó un complejo proceso de salud que incluyó un trasplante de fémur. «Él fue mi guía; su lucha me enseñó que no hay que quejarse, que hay que seguir adelante», confesó el médico tras completar el cruce.
Además, su motivación principal es el respeto por los excombatientes. Para Hidalgo, nadar en esas aguas es una forma de mantener viva la memoria: «Para mí, todos los que estuvieron allá son héroes. Es mi manera de honrar a los bravos de Malvinas», señaló.
El cruce definitivo
Acompañado por una embarcación de apoyo y un equipo que incluyó a otros nadadores y veteranos como Marcelo Vallejo, Hidalgo logró tocar tierra en la Isla Soledad, donde lo esperaba la satisfacción de haber cumplido un hito que pocos profesionales de la salud y deportistas han alcanzado.
Hoy, de regreso en su consultorio en La Plata, el Dr. Hidalgo no solo es un especialista en medicina deportiva, sino un testimonio vivo de que la soberanía y la memoria argentina también se defienden con el cuerpo en el agua.
Referencias y fuentes de información:
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Diario El Día (La Plata): Reportajes sobre la trayectoria del Dr. Hidalgo y su participación en las maratones de Malvinas.
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https://www.google.com/search?q=0221.com.ar: Crónica de la travesía exitosa de noviembre y el contexto del intento fallido en marzo.
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Infobae: Entrevistas sobre el vínculo de Leandro Hidalgo con los veteranos de guerra y su preparación física.
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Redes sociales oficiales: Testimonios y registros visuales del proyecto «Cruce del Estrecho de San Carlos».

































































