Ayer por la tarde vecinos auto convocados cortaron por media hora la ruta nacional 3 sur, entre El Cholo y la rotonda de acceso a General Daniel Cerri. Más allá de esa acción, lo que llamó la atención es que se usó una limusina para obstaculizar la arteria, y BHInfo pudo dialogar con su dueño.
Muy amablemente, y antes de salir a su jornada laboral, Marcelo explicó que “tengo mis amigos y mi familia en Cerri. De tanto ir me harté de ver que la desidia que tenemos en esta ciudad aparte de lo que nos pasó con la inundación y que no hay movimiento de nada… somos la puerta del sur argentino como le dijeron toda la vida a Bahía Blanca y decidí publicarlo en Facebook”.
En esa línea agregó que “si había convocatoria y si había gente que apoyaba yo ponía lo más emblemático que tenemos acá en Bahía en vehículos aparte de autos de colección, que es la limusina. Tuve casi 750 personas que me apoyaron en la convocatoria así que después decidimos poner un día. En mi página personal de Limusina MyM di un mes al gobierno de turno para que decidiera ver qué iban a hacer. Vi que no movieron nada y bueno, llegó el 28 de octubre y se armó todo el lío que se armó”.
En ese punto, consultado sobre el reclamo era únicamente por la ruta 3, el poseedor del emblemático vehículo afirmó que “es por todas las rutas. Por mi trabajo viajo de noche, salgo por la ruta 33 y vuelvo por la 35. La 33 está toda destruida como está allá en Bordeu, lo mismo. Y haces más o menos unos 20 kilómetros por la ruta 33 desde la rotonda y tenés la ruta ondeada. Los días de lluvia es casi imposible andar con cualquier vehículo. A la 51 prometieron que les daba la plata para empezar a hacer y nada. Recién ahora hicieron algo con la bajada de Spurr”.
En otro pasaje de la charla, y sobre el motivo que lo llevó a ubicar ahí a su limusina y no otro auto particular, Marcelo subrayó que “el tema de la limusina fue porque es un emblema para Bahía. Cuando puse la convocatoria, puse la foto de la limusina. Hay gente que me decía que estaba loco por llevarla. Pero a ver, es un auto como otro, nada más que un poco más llamativo. No me costaba nada llevarlo. Y lo quise hacer aparte para que la gente vea que uno cumple con la palabra. Porque hoy verdaderamente la palabra está tan devaluada”.
Del mismo modo admitió que “con la policía de Cerri arreglamos media hora de corte y levantamos, fue así, no hicimos lío, no rompimos nada, no peleamos con nadie y salió todo bien. Quería destacar esa parte. Igual si para dentro de un mes no tenemos respuestas o vemos cambios, la idea es volver a cortar”.
Por último, y sobre cómo llevó el auto de lujo a su vida, el propietario recordó que “el día de la nevada del 2009, ese día estaba volviendo de Buenos Aires con la limusina. Conseguí un loco, uno de esos talleristas raros que le gusta golpear la chapa y bueno y ahí arranqué y estuvimos cinco años rearmando todo nuevo, motor nuevo, tren delantero nuevo, sacando cuenta, ver cómo íbamos a diseñar adentro y después de cinco años la sacamos y anda bien”.
“El negocio no es para vivir de esto, es para divertirse los fines de semana y hacer una plata como para sobrellevar los gastos que lleva el auto. Pero yo me siento halagado porque por lo menos fue artesanal, no fue ir a comprar a una concesionaria que es mucho más fácil. Ahí hay mucho rezongo, mucho enojo, muchas satisfacciones también, obviamente. De a poquito se va conociendo cada vez más” cerró Marcelo.
Fuente: BHInfo






























































