Movimientos populares se movilizaron para denunciar la crisis social, el avance del narcotráfico en los barrios y los vínculos del Gobierno con casos de coimas y sobreprecios.
La jornada del jueves 9 de octubre estuvo marcada por una fuerte concentración en el Obelisco, donde movimientos sociales, sindicatos y organizaciones populares se movilizaron bajo la consigna “Basta de narcos y coimeros: trabajo para el pueblo”. La protesta expuso el creciente malestar frente a un panorama que los manifestantes calificaron como el resultado directo de la corrupción en las altas esferas del gobierno y el abandono estatal hacia los sectores más vulnerables.
“Los barrios se hunden en la miseria”
Durante la jornada, referentes de los movimientos sociales denunciaron que la falta de políticas públicas alimentarias y laborales abrió la puerta al poder narco en los barrios.
Según expresaron, el congelamiento de los salarios de los programas de empleo y la baja masiva de beneficiarios dispuesta por el Ministerio de Capital Humano provocó la caída de cooperativas y redes comunitarias, mientras que el narcotráfico ocupó ese vacío.
Desde las organizaciones señalaron que “los comedores comunitarios comenzaron a recibir ofrecimientos de asistencia por parte de grupos vinculados al narcomenudeo, frente al abandono del Estado”.
Además, recordaron los recientes escándalos por presuntas coimas y sobreprecios en el PAMI y en el área de discapacidad, lo que alimentó aún más el malestar.
“Nos gobiernan coimeros y amigos de narcos”
Los manifestantes también apuntaron contra los vínculos entre figuras del Gobierno y sectores del narcotráfico.
“Hoy el mismo presidente Milei comparte abogado con el narcotraficante Fred Machado. ¿Es casualidad que mientras el Estado se retira, los narcos se fortalezcan?”, cuestionaron desde la organización Territorios en Lucha.
Las agrupaciones coincidieron en que la combinación de desempleo, inflación y endeudamiento “profundizó la miseria” y remarcaron que “el pueblo trabajador es quien paga el costo del saqueo en curso”.

Contra las privatizaciones y el ajuste
Otro de los reclamos se centró en el intento de privatización de AySA, acompañado de despidos y el desmantelamiento de las cuadrillas de trabajo en los barrios.
En ese sentido, denunciaron la participación de la empresa israelí Mekorot —acusada de vulnerar derechos humanos en Palestina— en el proceso de concesión.
“El Gobierno se reparte lo poco que queda mientras entrega sectores estratégicos a empresas extranjeras”, afirmaron los manifestantes.
Reclamos y propuestas
Al cierre de la concentración, las organizaciones sociales ratificaron su compromiso con la lucha en las calles y enumeraron sus principales exigencias:
- Trabajo para los barrios populares.
- Alimentos para los comedores comunitarios.
- Aumento de los programas de empleo.
- Fuera los corruptos y narcos del Estado.
- Plan de obras públicas con participación de las cooperativas.

Ayrton de los Santos, referente de Libres del Sur en CABA, advirtió sobre el avance del narcotráfico en los barrios y el abandono del Estado. Crédito: Yoel Alderisi.
Organizaciones participantes
La convocatoria fue encabezada por Territorios en Lucha, FeNat-CTAA, Libres del Sur, Movimiento Argentina Rebelde (MAR-TODU), Frente Popular Darío Santillán, MST Teresa Vive, FOL, FOB Autónoma, MTR Por la Democracia Directa, entre otros movimientos que integran la Coordinadora por el Cambio Social.
En diálogo con Nota al Pie, Ayrton de los Santos, referente de Libres del Sur en CABA, explicó:
“El avance del narcotráfico en los barrios no hace más que agravarse, producto de un Estado ausente, pero también de un Estado que eligió tener como enemigos a las organizaciones sociales. Optó por criminalizar y deslegitimar el trabajo socio-comunitario que servía de contención para que el crimen organizado no ganara terreno”.
De los Santos agregó que, ante el retroceso de las políticas públicas, el narco comenzó a ocupar el lugar del Estado
“En plena crisis económica, el que presta plata, ofrece trabajo, droga o seguridad en algunas zonas es el narco, que funciona como un Estado paralelo. El desguace de los programas sociales agravó una situación que ya venía siendo grave”.
Finalmente, subrayó el sentido del reclamo:
“Queremos alertar sobre esta situación y ofrecer soluciones. Esto se frena con organización, con trabajo, con coordinación entre quienes estamos en el territorio y el Estado que muchas veces no llega. Los costos a largo plazo de romper el tejido social serán muy difíciles de sanar. Cuanto antes se arranque, mejor”.
Las agrupaciones destacaron la necesidad de “reconstruir las redes comunitarias” y fortalecer la unidad en defensa de los trabajadores y trabajadoras de los sectores más postergados.
Fuente : Nota al Pie