El centro oeste de la provincia de Buenos Aires atraviesa una de las peores emergencias hídricas de los últimos años. Las intensas lluvias de las últimas semanas provocaron inundaciones que afectan a productores de al menos una decena de partidos.
Entre los más afectados, están, 9 de Julio, Carlos Casares, Bolívar, 25 de Mayo, Henderson, Lincoln, General Viamonte, Saladillo, General Alvear y parte de Pehuajó—, donde se acumulan miles de hectáreas anegadas, pérdidas de cultivos y caminos rurales inutilizables.
La situación se agrava en la antesala de la siembra de granos gruesos. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, en apenas dos meses se acumularon más de 450 milímetros de lluvia, y en lo que va del año los registros superan los 1.100 milímetros, muy por encima de la media histórica de 850 a 900. Con una primavera que se prevé lluviosa, no se vislumbra un alivio cercano.
“El trigo apenas se implantó en un 30 a 35% del área proyectada y, salvo casos puntuales, no hay piso para iniciar con el maíz temprano”, explicó Hugo Enríquez, presidente de la Sociedad Rural de 9 de Julio, donde también se perdieron hasta 24.000 hectáreas de soja en la última campaña.
En Carlos Casares, las lluvias también superaron con creces el promedio anual y la cosecha gruesa sufrió pérdidas de entre 20 y 30% en soja. La falta de mantenimiento de los caminos rurales, a cargo de los municipios, profundiza la crisis del sector. (InfoGEI)Jd