Así lo confirmó María Amalia Vernat, bibliotecaria de la Biblioteca Popular Macedonio Fernández de Villa Ventana, respecto a la potencial puesta en vigencia de un artículo clave dentro de la Ley 27432.
Vivir con la Espada de Damocles sobre la cabeza todo el tiempo no es tarea sencilla. Más, si las que perderían serían más de 1200 bibliotecas de todo el país, las cuales caerían como fichas de dominó tras el inminente cierre de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), herida de muerte por un artículo que en cualquier momento entra en vigencia.
Al respecto, María Amalia, bibliotecaria de la Biblioteca Popular Macedonio Fernández de Villa Ventana brindó detalles de la situación que se vive.
A modo introductorio, afirmó que “estamos adhiriendo a la campaña que está organizando la CONABIP nacional. Somos 1200 bibliotecas que estamos llevando adelante esta campaña”.
Y en la misma línea aseguró que “esta ley 27432 pone en peligro el financiamiento de los programas, subsidios y otros recursos, no solo a las bibliotecas populares, sino al cine, al instituto de la música y a otros organismos”.
Dando un marco histórico, María Amalia mencionó que “desde 1870, con la ley Sarmiento, que existe la CONABIP. El 50% de sus ingresos llegan desde los gravámenes, por lo que si no se deroga esta ley, corre riesgo de desaparecer. Esta Comisión Nacional de Bibliotecas Populares nos da muchísimos beneficios; desde grandes descuentos para adquirir libros, hasta programas y capacitaciones”.
Lo que se busca, según puntualizó, es que “se derogue el artículo 4 o se de una prórroga. Esa enmienda hace foco en los fondos coparticipables. No son solo para las bibliotecas, sino instituciones y organismos culturales. Necesitamos políticas que garanticen autonomía financiera para nuestras instituciones”.
Sobre el dinero que les llega, y sin tener aún las cifras del 2022, Vernat describió que son “$150 mil pesos anuales para mantenimiento, pero suma, y si aparte te dan el subsidio para ir a la Feria del Libro y adquirir con grandes descuentos, y además te dan otro subsidio para readecuación, todo se va sumando. Son tres pilares para nuestros ingresos: la CONABIP, la Ley Provincial 9319, que permite mensualmente obtener un subsidio y pagar los sueldos bibliotecarios; y además un gran apoyo municipal que nos ayuda muchísimo que nos permite tener cuentas al día y realizar las inversiones que se necesitan”.
Por último, y dando un pantallazo de la situación actual que vive la biblioteca de la cual forma parte, confirmó que cuentan con “880 socios. Un montón. Y con la pandemia, al contrario de lo que se puede pensar, mucha gente se vino a vivir acá y se asoció, principalmente porque la gente en Villa lee mucho, y los costos de los ejemplares no ayudan”.